En los almacenes aparecen plagas específicas que se alimentan de los distintos productos almacenados. Por ello, además de ser necesario un control sobre las plagas comunes (cucarachas y roedores fundamentalmente) deberán realizarse tratamientos sobre todas aquellas especies que van a provocar daños a los productos.

En los almacenes, además, se reúnen una serie de características que van a favorecer la proliferación de estas plagas: alimento abundante, alta humedad relativa, temperatura constante y en ocasiones, condiciones inadecuadas de las instalaciones. Los daños provocados son varios; pérdidas de peso en los productos, presencia de residuos que pueden ocasionar la retirada total de los mismos, e incluso problemas sanitarios, al transmitir diversas enfermedades.

Entre las plagas más habituales en los almacenes pueden destacarse los gorgojos y falsos gorgojos de la harina, los gorgojos del trigo y del arroz, la carcoma del tabaco, el ácaro de la harina y las polillas y palomillas de la harina y los cereales. Para tratar de manera correcta cada una de ellas es necesario su identificación, el conocimiento exacto de su ciclo biológico y los tratamientos específicos que deben emplearse.

Sólo de esta manera, junto con la limpieza adecuada de los almacenes, puede garantizarse el éxito en la lucha contra estas plagas. Nuestro personal técnico especializado no sólo se encarga de realizar tratamientos químicos, sino que en todo momento asesora a los responsables de las instalaciones sobre las medidas más adecuadas de desinfección, las reformas estructurales y los métodos preventivos necesarios para mejorar la calidad de los productos y disminuir los riesgos sanitarios causados por las plagas de los productos almacenados. Es lo que se conoce como control integrado de plagas, mucho más eficaz y respetuoso con el medio ambiente que el tradicional.