TRATAMIENTOS AUTOCLAVE PARA MADERA
Uno de los tratamientos más eficaces para clases de protección en la madera es el tratamiento autoclave. Consiste en introducir la madera en un autoclave cerrado herméticamente, donde primero se hace el vacío para eliminar el aire, el agua y las resinas de las células que forman la albura. La madera debe estar seca, a una humedad inferior al 25%. Seguidamente se introduce en el poro abierto los vapores a alta presión de los diferentes productos químicos que protegerán la madera.
Estos productos penetraran en más o menos profundidad dependiendo del grosor de la madera. Por lo tanto, es posible que en vigas o tablones gruesos el tratamiento no llegue al centro, y al cortar transversalmente el núcleo quede expuesto a la intemperie sin protección. Por lo que es recomendable darle una mano del mismo producto químico, o bien, tratar en autoclave después de cortar las piezas.
El tratamiento en autoclave garantiza una protección de la madera para clase de riesgo 4, con el objetivo de prolongar la vida de la misma frente a ataques de xilófagos. El método de tratamiento logra una máxima impregnación de la madera por medio de un ciclo de Vacío-Presión-Vacío, y usando como producto protector sales hidrosolubles de cobre libres de arsénico y cromo.
Vacío inicial: se extrae la máxima cantidad posible de aire almacenado en la células de los tejidos de la madera.
Presión: Tras el llenado del autoclave con el producto preservante, la aplicación de presión introduce las sales de cobre en las células a las que se les ha sacado el aire anteriormente.
Vacío final: limpia las caras de la madera de restos de producto que no se haya fijado a la madera.